El comportamiento de otras adipoquinas estudiadas, como la adiponectina (cuyos niveles se encuentran reducidos en niños obesos, presenten o no SAHS), requiere nuevos estudios para determinar su implicación47. Algunos estudios40 han encontrado un incremento de 6,49 veces la probabilidad de desarrollar un síndrome metabólico en relación con los niños que no presentan trastornos respiratorios durante el sueño. Uno de los temas emergentes es el aumento de la producción y liberación, por parte del tejido adiposo, de adipoquinas pro y antiinflamatorias, sustancias que están implicadas en muchas de las manifestaciones clínicas de esta patología, como la diabetes44, hipertensión arterial o enfermedad cardiovascular25,45, y cuyo principal factor determinante de un incremento de los niveles de las mismas sería la obesidad. 12 años. De la misma manera, se debe continuar el incremento en la PAP si se observa ronquido durante 3 minutos. Los parisinos tuvieron, como el miércoles en el Etihad, 15 minutos bastante positivos, pero fue un espejismo, ya que el Saint-Étienne, sin respeto a un rival que era infinitamente superior por la calidad de la plantilla, no se arrugó en ningún momento. Se han propuesto diversos mecanismos para explicar las alteraciones del crecimiento en el SAHS, entre los que se encuentran la disminución de niveles de factor de crecimiento insulínico tipo 1, sus proteínas de unión e incluso la liberación de hormona del crecimiento35.
Foot Locker no podía quedarse al margen de la unión entre Jordan y el famoso equipo de fútbol parisino. Laurent Pionnier, ex portera del Montpellier hoy representante de la UNFP, conversó el viernes con cuatro directivas del PSG, que parecen a favor de la readmisión de Aminata Diallo, chandal psg jugadora del equipo parisino afectada de lleno por el ‘Caso Hamraoui’ y puesta luego en libertad sin cargos. Dicho aumento, junto con los altos niveles de adipoquinas que se producen, conduce a la aparición de diferentes efectos adversos, entre los que se encuentran un aumento del estrés oxidativo, disfunción endotelial, aumento de la presión arterial y alteraciones del metabolismo lipoproteico, todos ellos con efectos adversos en la salud. Se ha correlacionado con mayores índices de apnea-hipopnea, chandal del psg desaturaciones más severas y una menor eficiencia del sueño que en los niños que no presentan dicho síndrome50. La asociación demostrada entre el síndrome metabólico, el sobrepeso y las alteraciones ventilatorias durante el sueño sugiere la necesidad de realizar estudios de cribado en aquellos niños en los que se detecta una de las tres entidades. En una segunda etapa aparece dicha resistencia en otros tejidos y se produce un aumento tanto en los niveles de glucosa como de insulina.
Entre la obesidad y la apnea parece crearse un «círculo vicioso» en el que ambas se favorecen mutuamente: la obesidad aumenta la apnea del sueño y esta provoca somnolencia y reduce la actividad del niño, por lo que se favorece el aumento de peso. El aumento de los niveles de leptina y de los marcadores de actividad nerviosa simpática observados en pacientes con SAHS en relación con los de roncadores simples mostraba un descenso tras el tratamiento con presión positiva continua en la vía respiratoria durante 3 meses50. Aunque no se ha establecido una relación clara entre niños no obesos con SAHS y alteraciones metabólicas, parece claro que la presencia de SAHS en un niño obeso pueda amplificar sus alteraciones metabólicas, y que la interrelación entre SAHS y obesidad es más compleja que simplemente su suma. Hay que tener en cuenta que el fenotipo del SAHS pediátrico ha cambiado; hemos ido del paciente que presenta hipertrofia amigdalar sin obesidad asociada al prototipo de un paciente con una hipertrofia amigdalar leve o moderada, y con un biotipo obeso que es muy similar al del paciente adulto.
El término «síndrome metabólico» se ha empleado para describir la conjunción de resistencia insulínica, dislipemia, hipertensión y obesidad en la que se encuentra implicado el tejido adiposo disfuncionante, no habiéndose definido aún unos criterios de consenso de dicha entidad en la edad pediátrica36. Algunos autores65 han demostrado que los niños que eran roncadores, sin importar la severidad del índice de apneas-hipopneas (IAH) o la presencia de obesidad, tenían peor calidad de vida y más síntomas depresivos que los niños que no eran roncadores. La mala calidad del sueño debida al SAHS podía traducirse en fatiga durante el día con mayores problemas de concentración, irritabilidad, humor depresivo y disminución del interés por las actividades diarias. Aunque hay una auto titulación con equipos diseñados para estos fines (APAP), hoy en día existe una manual de CPAP o BiPAP, que es el estándar de oro para la selección de la presión óptima efectiva.