Luego coincidió con que una de mis mejores amigas se hacía el traje de novia con ella, y en una de las pruebas a las que fui, se lo comenté a la diseñadora, y le dije que esperaba poder hacerme mi vestido de novia con ella algún día», cuenta con cariño. «Tenía una boda especial y decidí acercarme a Borow a ver qué tenían», explica esta abogada nacida en el 91. «El trato fue fenomenal, porque te asesoran en todo momento, y de entre todo lo que tenían, me enamoré por completo de un traje de Isabel Núñez.